Dentro del proceso del vino, el periodo estival es fundamental para saber el comportamiento del caldo durante su maduración. Es por esto por lo que los expertos controlan minuciosamente el viñedo para que nosotros podamos disfrutar de lo que más nos gusta: disfrutar de un buen vino ya sea verdejo, rosado, tinto, ribera del Duero, fino etc.

En esta ocasión Wakesenses, tu portal de experiencias online, se desplaza hasta Ainzón, un pueblo de algo más de 1.000 habitantes situado en Zaragoza, en concreto, en la comarca del Campo de Borja. En esta ubicación tan especial y con unas condiciones climáticas muy concretas se sitúan las Bodegas Ainzón, allí nos recibe Paola Espligares, Enóloga y Gerente de Bodegas Ainzón

En esta época del año, durante el verano, se controla minuciosamente el viñedo para saber exactamente cómo se comportará la producción durante su maduración, por lo que estamos en período fundamental para obtener en un futuro un buen caldo y disfrutar de lo que más nos gusta: un buen vino.

En este sentido, “la vegetación es parte vital en un buen desarrollo, en las hojas de la planta se cocinan los nutrientes que alimentan a la uva y le dan las características que se desarrollarán en el vino posteriormente”, nos explica Paola Espligares. “Este factor junto con cómo se forma la raíz en el suelo, qué nivel hídrico tenga y qué material halle en el suelo serán condicionantes para un determinado caldo”, añade Paola.

Tan importante es el hardware como el software, pues bien, en el caso de los vinos, el factor clima y el suelo donde esté ubicado determinará el “factor añada”.

¿Qué es factor añada?

Indiscutiblemente un viñedo no es un cultivo que se puede movilizar rápidamente. Es plantado y a los 15-20 años es cuando se obtienen unos caldos equilibrados para vinos top de gran calidad. Por este motivo, es muy importante la paciencia que tiene el viticultor.

Por lo tanto, existen factores que no cambian: el primero, fundamental, es el suelo de la parcela donde es plantada y, en segundo lugar, el tipo de planta que desde su agarre a la tierra permanecerá hasta hacerse centenaria.

Sin embargo, en el otro lado de la balanza se encuentran los elementos que cambian cada año. Estos son la climatología, el simple hecho del cambio de temperaturas (en esto se va notando el calentamiento global) y las lluvias que son diferente cada año van a marcar una cosecha u otra. A la climatología se suma las enfermedades de cada año, las labores ejercidas durante el ciclo vegetativo y también influye, claro está, el agricultor, “aquí hay que destacar que cada maestrillo tiene su librillo, que se suele decir, aunque cada vez son más los agricultores con una formación perfecta para el desarrollo del viñedo, no habrá dos explotaciones iguales”, razona Paola Espligares. Por último, otro factor determinante en el sabor, cuerpo, color y olor de nuestro vino va a ser el momento de vendimia, en este aspecto la bodega tiene la última palabra.

“Todos estos hándicaps, hacen que cada año los vinos sean diferentes si los analizamos de una manera muy pormenorizada y minuciosa y se puede llegar a conocer qué pasó en cada año cuando tenemos un bagaje en cata. De esta forma podemos adivinar si un año fue lluvioso o muy seco por ejemplo con solo catar un caldo”, nos explica Paola.

En concreto en Bodegas Ainzón situada en la zona Campo de Borja el calendario cronológico del viñedo sería:

• Mayo, mes de la floración.
• Junio cuajado e inducción floral, en este mes es donde se forja la cosecha del año siguiente genéticamente hablando.
• En julio comienza el envero, que es el color que toman las uvas según van madurando
• Agosto es el mes de la maduración
• Y en septiembre – octubre ¡comienza la vendimia!

En cada una de estas fases, la climatología es crucial, así como en mayo no es aconsejable la lluvia, en junio “estamos deseando que el viñedo tenga algo de agua. Cuando queremos calor en la mañana en la noche queremos frío para que las antocianas, responsables del color, se activen con más personalidad”, nos detalla Espligares. En este sentido bien es cierto que el refrán “nunca llueve a gusto de todos” se pone de manifiesto con todos sus matices.

Por último, Paola nos deja un comentario para la reflexión: “como decía mi profesora de viticultora, en el campo todo depende. Los años de experiencia, un amplio conocimiento en vitivinicultura y una buena tecnificación, nos van a dar las armas para actuar rápidamente y con éxito”.

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EL hidromiel es considerado la primera bebida alcohólica consumida por la humanidad y el brebaje favorito de grandes personajes de la historia como Julio César. Se elabora tradicionalmente a partir de miel, agua fermentada con levadura, pero se le puede añadir frutas, zumos, especias o lúpulo

Hoy os queremos presentar una bebida muy especial que se ha puesto de moda en los últimos tiempos gracias a series como Vikings o Juego de Tronos. Se trata de un jugo fermentado muy antiguo hecho a base de miel, agua y levadura. Estamos hablando del hidromiel.

Se considera la primera bebida alcohólica consumida por la humanidad, los antropólogos la datan al menos en torno al 8000 a.C debido a unos restos arqueológicos encontrados en China y Alemania con algunos restos de levaduras y polen. Los historiadores consideran estos restos la primera prueba para su datación, pero el colectivo está de acuerdo en afirmar que seguramente su consumo comenzara bastante antes.

Una de las teorías más extendidas en el empleo del hidromiel es como ofrenda a los dioses y como bebida asociada a la fecundación y al amor. Un dato curioso en este sentido es que la expresión “irse de luna de miel” proviene de este líquido ya que, durante la Edad Moderna, en concreto en el siglo XVI, las parejas recién casadas, que quisieran tener un varón, debían beber hidromiel durante todo el mes lunar siguiente a su boda.

El hidromiel es una bebida consumida por todos los pueblos de la antigüedad, desde los Íberos, Celtas, Fenicios, Romanos, es conocido por sus crónicas que Julio César la proclamó como su bebida predilecta, hasta los famosos vikingos. Para los nórdicos, este brebaje, era el alimento del dios Odín, el dios más importante de su panteón. Durante la Edad Media fue consumida habitualmente, quedando registrada en numerosos documentos, cantares y poemas nórdicos.

Blesar Hidromiel campeones de la I Edición de la Copa Reina Hidromiel

El hidromiel es una bebida energética natural debido al azúcar que contiene la miel. «Una bebida que probé hace años y que llamó poderosamente mi atención hasta tal punto que decidí fabricarla en casa para consumo propio» nos comenta José Mateu, fundador de Blesar Hidromiel. «Al poco tiempo, se empezó a formar en mi cabeza la idea de comercializar el hidromiel que realizaba y que triunfaba en las fiestas y reuniones con mis amigos. Al final recibí el apoyo de mi mujer Teresa y decidí lanzarme y dedicarme profesionalmente a lo que hasta el momento era mi hobby», añade José Mateu. De esta manera surge Blesar Hidromiel.

En estos momentos esta empresa familiar distribuye tres variantes de hidromiel:

• EL hidromiel seca con 10º de alcohol, es la menos dulce y más potente. Es el complemento perfecto para tomar con pescados, arroces de pescado y quesos curados.
• El hidromiel dulce con la mitad de graduación en alcohol, en concreto 4,3º que marida estupendamente con quesos frescos y postres dulces.
• Y para completar esta gama desarrollan el hidromiel semiseco de 7,6º, la variante más equilibrada de la tres y a la que denominan la “todoterreno” porque pega con prácticamente cualquier plato que estemos saboreando.

Por supuesto, se puede disfrutar de esta bebida para tomar el aperitivo y es importante señalar que no contiene gluten. Además, en estos momentos, nos informan desde Blesar, están trabajando en la elaboración de otro tipo de hidromiel, más potente, por lo que los aficionados a esta bebida tendrán muy pronto otra referencia en el mercado para degustar. «De momento estamos muy satisfechos con la evolución de nuestro producto porque hemos ganado el primer, segundo y tercer puesto en la I Edición de la Copa Reina Hidromiel en 2019″, explica con una sonrisa José Mateu.

Blesar Hidromiel es una compañía familiar que se extiende por Valencia y algunos puntos de Madrid, trabajan con ilusión y esfuerzo para «dar que hablar».

Si quieres probar estos productos puedes hacer tu pedido en su tienda online pero también te recomendamos que participes en uno de los eventos que diseña y desarrolla Wakesenses donde además de hacer una cata online de hidromiel podrás escuchar música en directo y disfrutar, por ejemplo, de un ambiente vikingo.

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